Pasiones prohibidas y amores secretos en la corte imperial
Una obra maestra de la literatura universal que ha permanecido oculta durante más de seis siglos.
En librerías el 2 de septiembre de 2024
A sus catorce años la dama Nijō se ha convertido en la joya más preciada de la corte. Su belleza deslumbrante, su espíritu indómito y su talento poético han sellado su destino para convertirla a su pesar, en el objeto de deseo del emperador, su favorita. En el pequeño universo de un palacio poblado de intrigas, pasiones y secretos, Nijō vivirá sometida al capricho amoroso de los nobles, a las envidias de sus compañeras y a la obligación de salvaguardar el honor familiar. Y, sin embargo, alentada por su desesperado deseo de ser libre, Nijō encontrará su camino en los senderos del peregrinaje y de la poesía.
Confesiones de la dama Nijō es la autobiografía de una mujer fascinante y uno de los libros más extraordinarios de todos los tiempos. Injustamente desaparecido durante siglos y publicado por primera vez en Japón en 1950, esta obra comparable en intimidad y belleza a El libro de la almohada y en pasión y esplendor a La historia de Genji es única por la exquisita sensibilidad de su protagonista, una mujer adelantada a su tiempo que no aceptó su papel de muñeca hermosa y buscó la libertad mediante la renuncia a lo mundano y el cultivo de la poesía.
«Primero había obedecido a mi padre y luego había servido a mi señor, y no había tomado ninguno de esos dos caminos por mi propio deseo».
Nijō
Go-Fukakusain no Nijō (1258-c.1307), también conocida simplemente como Nijō, nació en la antigua capital de Heian-kyo (actual Kioto), en el seno de la familia Koga, una rama del clan Minamoto. Huérfana de madre desde los dos años, se crio bajo la atenta supervisión de su padre y recibió una esmerada formación poética.
Desde niña entró a formar parte del séquito del emperador Go-Fukakusa como dama de la corte y fue una de las amantes predilectas de dicho emperador, pero en el año 1283 fue expulsada de palacio y cayó en desgracia.
Entonces, decidió tomar los hábitos budistas, se hizo monja peregrina y se dedicó a recorrer Japón y a cultivar la poesía. Todo lo que sabemos de su vida se lo debemos a sus memorias, Confesiones de la dama Nijō, que no fueron descubiertas hasta mediado del siglo pasado, situando inmediatamente a su autora en el lugar prominente de la literatura clásica japonesa en el que siempre habría tenido que estar, junto a escritoras geniales y únicas como Sei Shōnagon o Murasaki Shikibu.
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Páginas: 372
Dimensiones: 135 x 210 mm
Encuadernación Rustica con sobrecubierta