Una colección de cuadernos artesanales con hilo visto en cosido Singer.
Es posible escribir después de la guerra, pocos lo hacen como Ango Sakaguchi.
Un lúcido relato sobre la deshumanización y el absurdo en tiempos de guerra.
La voluntad de vivir abriéndose paso entre el fuego y la destrucción.
Próximamente: 18 de noviembre en librerías
«Fue el 15 de abril». El sonido de las sirenas antiaéreas irrumpe en la extraña cotidianidad de Izawa; en cuestión de minutos, los aviones americanos convierten su barrio de Tokio en un mar incendiado.
El sentido de la vida y del arte; el sueldo de doscientos yenes para comprar tabaco, arroz y sopa de miso; la delgada línea que separa al entendimiento de la locura y a la angustia de los hombres del silencio estático de los niños; el afecto por una mujer reducida a los instintos de la carne, todo queda suspendido como las bombas en el aire antes de caer.
La introducción perfecta a una de las voces más agudas de la narrativa japonesa del siglo XX.
Ango Sakaguchi nace en Niigata en 1909. Su infancia triste y solitaria da paso a una adolescencia rebelde. En 1922, tras agredir a un profesor, es enviado a Tokio, donde entra en contacto con la efervescente vida cultural y bohemia de la ciudad. En 1928 comienza a publicar sus inconfundibles relatos, mezcla de terror con elementos grotescos e irracionales. Finalizada la guerra, sus ensayos inconformistas y provocadores desatan una oleada de entusiasmo y lo sitúan entre los autores más representativos y originales de posguerra. El éxito se extiende rápidamente a su producción narrativa, caracterizada por una concepción pesimista y nihilista de la existencia. Sakaguchi se obliga entonces a escribir a un ritmo incesante. El abuso de los somníferos y el alcohol van mermando su salud pero no su talento. Continúa escribiendo sin tregua hasta que, el 17 de febrero de 1955, muere a los 49 años de un aneurisma cerebral.
Páginas: 56
Dimensiones:
Encuadernación Rústica en cosido Singer con hilo visto
32 páginas | PVP: 10,00€