Tras quince años de ausencia, una madre coraje regresa a casa.
Una noche no solo es una denuncia de la violencia doméstica, sino, sobre todo, una obra sobre la resiliencia.
Déjate conquistar por una historia repleta de personajes inolvidables surgida de la mente de una de las dramaturgas más importantes de la escena japonesa actual.
Durante una fría noche de marzo, Koharu confiesa a sus hijos que ha matado a su marido, un hombre maltratador que había convertido en un infierno la vida de los jóvenes. Quince años después, y tras haber cumplido su condena en prisión, la madre vuelve al hogar, a la empresa familiar: Taxis Inamaru. El reencuentro resulta difícil para todos: la felicidad por recuperar al ser querido no diluye por completo el rencor ni la culpa, ni puede hacer olvidar todos los años de ausencia.
Los diálogos ágiles y entrañables de esta obra nos introducen en la rutina de una pequeña empresa de taxis en un pueblo japonés cerca de Tokio y hacen aflorar las emociones contradictorias de los personajes: la determinación y la culpabilidad de la matriarca; la añoranza y el resentimiento de los hijos; o la curiosidad de los trabajadores, preocupados, al mismo tiempo, por sus propios problemas.
Una noche, al igual que el resto de las obras de Yuko Kuwabara, se interesa por los individuos, por el ciudadano común de Japón, por la cotidianidad y la realidad social a partir de las tragedias personales y colectivas y, en particular, a partir de cuestiones sobre la marginalidad, la decadencia y el delito. Y, no obstante, a pesar de la dureza de sus temas, prevalece en la obra una mirada optimista, teñida de cariño y de sentido del humor, para demostrar que un pueblo tan habituado a los desastres como es el pueblo japonés puede recuperarse y encontrar consuelo en las pequeñas alegrías del día a día. Un mensaje nada casual teniendo en cuenta que la obra se estrenó meses después del terremoto de 2011.
Yuko Kuwabara fundó en 1996 la compañía de teatro KAKUTA, que ha dirigido desde entonces y con la cual ha desempeñado las funciones de autora teatral, directora y actriz en la totalidad de sus obras estrenadas. Con Amai oka («Colina dulce») recibió una nominación al Premio Kunio Kishida en 2007 y, apenas dos años más tarde, en 2009, fue galardonada por la misma obra con el Premio para Nuevos Talentos en las categorías de Interpretación y de Autor Dramático de la 64.ª edición del Festival de Arte organizado por la Agencia de Cultura. En 2012, Ōten («Ir rodando») fue candidata final tanto en la 56.ª edición de los premios Kishida como en la 15.ª edición de los premios Tsuruya Nanboku, con el que sí se alzó Atoato («Vestigios») tres ediciones después. Areno («Páramo») fue galardonada en 2018 con el Premio a la Mejor Obra Teatral en la 5.ª edición de los premios Hayakawa, organizados por la editorial del mismo nombre y en 2019 con el premio literario Yomiuri en su 70.ª edición, en las categorías de Obra Dramática y Texto Dramático. Más allá de su trabajo con la compañía KAKUTA, ha escrito los guiones de Chūgakusei nikki («Diario de un alumno de primaria»), de la televisión educativa de la NHK, y de la película Ranburingu hāto («Rambling Hearts»). En 2019, se estrenó la adaptación al cine de su obra teatral Una noche (Hitoyo), dirigida por Kazuya Shiraishi. La actividad de Yuko Kuwabara se despliega en toda una variedad de ámbitos del mundo de la escena, desde la interpretación hasta su reciente nombramiento, en 2018, como asesora artística del Toyohashi Geijutsu Gekijō Geijutsu Bunka («Centro Toyohashi de Cultura y Artes Escénicas»).
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Páginas: 232
Dimensiones: 140 x 220 mm
Encuadernación rústica con solapas