Yoshio Tamura, escritor y padre de familia, se siente atrapado en un sistema, el del Japón de la era Meiji, según el cual el cometido de la mujer es procrear y obedecer, y el del hombre, trabajar y proveer, y donde ambos no son más que un simple engranaje de la gran familia nacional. Yoshio conoce a una geisha que no es demasiado guapa ni lista, que no baila ni canta bien y además es mentirosa y maleducada, pero termina enamorándose de ella y esta atormentada relación pondrá patas arriba todo su mundo.
En La mujer que tomó veneno, Homei retrata una época fronteriza de grandes tensiones espirituales en la que los cimientos de la realidad japonesa, tal y como se conocía hasta entonces, estaban siendo socavados, y el progreso occidental comenzaba a resultar decepcionante. Un tiempo y una generación puente que no sabía bien de dónde venía ni adónde iba, pero a la que no le gustaba donde estaba. Una generación de escritores con la que Japón descubrió la libertad individual y la literatura del yo.
Un siglo después, la obra de Homei, que anticipó la figura del antihéroe japonés moderno, continúa más vigente que nunca.
Iwano Homei (1873-1920) es uno de los escritores más destacados de la llamada generación del desasosiego, junto con Sōseki, Ōgai, Tōson o Kyōka, que vivió los grandes cambios que se produjeron cuando Japón se abrió a las ideas occidentales, tras siglos de aislamiento. Nacido en una familia samurái de provincias, desde muy niño sufrió el desarraigo. Estudió en colegios cristianos y llegó a sentir la devoción de la nueva fe, pero enseguida se desengañó, debido a la diferencia entre la teoría y la práctica. Polifacético e inquieto, escribió poesía, teatro, crítica literaria y filosofía, pero el éxito no le llegó hasta que, en 1909, publicó Tandeki («Disipaciones»). En esta historia nace el antihéroe Yoshio Tamura, trasunto literario del autor, que sería también protagonista de sus obras posteriores. La buena acogida de público y crítica animó a Hōmei a seguir por el camino del relato breve y, entre 1910 y 1914, publica Hōrō («Vagabundeo»), Dankyō («El puente roto»), Hatten («Desarrollo») y Dokuyaku o nomu onna («La mujer que tomó veneno»). Falleció en 1920, con 47 años, dejando una obra de valor incalculable que abrió el camino a la literatura japonesa posterior.
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Páginas: 256
Dimensiones: 135 x 210 mm
Encuadernación rústica con sobrecubierta